El retrato conocido como Laura de San Telmo, bailando (1920) fue pintado por Joaquín Sorolla en el último año de su carrera artística. La obra, que forma parte de una colección particular, muestra a la bailaora española Laura de San Telmo, una figura destacada de su generación.
Características del retrato
La obra retrata a Laura de San Telmo, una bailaora reconocida por su talento. Sorolla capturó la esencia de su baile en la obra, aunque el artista sufrió un derrame cerebral ese mismo año, lo que limitó su producción pictórica.
Aunque el retrato es de 1920, la maestría de Sorolla para captar la luz y el movimiento sigue presente, incluso en esta última etapa de su vida y obra, caracterizada por una pincelada más suelta. En sus últimos años, Sorolla se dedicó a pintar en el jardín de su casa, y retrató a menudo a sus familiares, pero también a figuras de su época como Laura de San Telmo.
El retrato fue conmemorado por el Museo Sorolla con motivo de la Feria de Abril, destacando la importancia de la obra y la figura de la bailaora.
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