domingo, 3 de marzo de 2019

Retrato de Don Miguel de Unamuno. 1920.


Retrato de Don Miguel de Unamuno. 1920. Óleo sobre lienzo. 143 x 105 cm. Museo de Bellas Artes de Bilbao.

Mi familia. 1901. Ayuntamiento de Valencia.

Retrato de estudio del matrimonio con sus tres hijos. Esta escena en la que Joaquín está haciendo un dibujo de su hermana Elena, será trasladada al lienzo por el pintor en la obra “Mi familia” (1901).

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Mi mujer y mis hijos, 1910


Mi mujer y mis hijos es un cuadro realizado entre 1897 y 1898 por el pintor valenciano Joaquín Sorolla.

Se trata de una obra experimental, en la que recogió lo esencial de la escena, dejando el cuadro sin acabar. Muestra a sus tres hijos andando bajo el cuidado de su madre, Clotilde. Esta aparece apenas esbozada y viste traje blanco, con lazada negra en la cintura, y hace ademán de sujetar a la pequeña Elena, medio desnuda, que agarra la bata de su hermano Joaquín. Mientras, a la izquierda, María está avanzando.

Mis hijos - 1901


Nos presenta a los tres hijos del pintor: de Joaquín, y sentadas María, la mayor (a la izquierda), y Elena, la más joven (a la derecha). La presencia del lienzo en varias exposiciones internacionales en vida del pintor, denota la importancia que Sorolla le atribuía, más allá de la familiaridad de la escena, como muestra de sus progresos y de su madurez artística.

Sin duda Sorolla pensaba en Velázquez cuando quiso convertir un retrato familiar en un cuadro ambicioso capaz de trascender ese ambiente íntimo. Repetidas veces se ha señalado en este cuadro la inspiración de Sorolla en Las meninas, principalmente por la situación del grupo en un espacio que se desarrolla por detrás de él en gran profundidad, por la presencia del lienzo preparado para el retrato en un margen del propio cuadro, y por y la intensa sugestión atmosférica; así como su relación con otro famoso retrato de grupo a su vez inspirado en Las meninas: Las hijas de Edward D. Boit, pintado por John Singer Sargent, que se expuso en el Salón de París en 1883 y Sorolla pudo conocer.

Llegada de la pesca, 1889


Clotilde con sombrero - 1910


El árbol amarillo, La Granja


La bata rosa (1916)


La bata rosa es una obra de Joaquín Sorolla y Bastida pintada al óleo sobre lienzo con unas dimensiones de 208 x 126,50 cm. Está datado, según firma, en el año 1916 y actualmente se conserva en el Museo Sorolla de Madrid. La obra también es conocida como “Saliendo del baño” o “Después del baño”.


Las batas rosas eran frecuentes en las playas valencianas de finales del siglo XIX y principios del XX. Era costumbre que los hijos de obreros y pescadores se bañaran desnudos hasta los cuatro o cinco años edad en la que, aunque los niños seguían bañándose desnudos hasta la adolescencia, las niñas lo hacían vistiendo una bata rosa o blanca.

Sorolla pintó varios lienzos con esta misma temática pero quizás sea en este trabajo de 1916, una de sus obras maestras, donde el artista alcanza su mayor madurez afianzándose plenamente como el “pintor de la luz”.


Descripción y características

El gran tamaño del lienzo (más de 2 metros de alto por casi 1,30 de ancho) sugiere que Sorolla estaba influenciado por el encargo de la Hispanic Society de Nueva York, en el que llevaba trabajando desde 1912 realizando grandes murales.

La escena refleja una escena cotidiana dentro de una caseta cerca de la orilla de la playa. Una mujer mayor ayuda a otra más joven a quitarse su bata de baño aún mojada. Las siluetas de las mujeres recortadas a contraluz, los pliegues de sus ropas que recuerdan los “paños mojados” de las esculturas griegas y los cuerpos de rotundas formas en una pose que trae a la memoria las figuras de las Tres Gracias, confieren al trabajo la dignidad de una obra de la Grecia Clásica.

La luz que todo lo inunda entra del exterior entre el cañizo, por las aberturas del techo, se filtra entre las telas, se refleja en las túnicas blancas e ilumina el cobertizo y a las mujeres en todas sus modalidades. Contraluz, luz reflejada, directa, filtrada, natural, todas las variantes de la luz son plasmadas por Sorolla en este lienzo a base de brochazos rápidos, certeros y fugaces que parecen querer retener la efímera luminosidad del momento.

Chicos en la playa, 1910.


Niños en la playa es una conocida obra del pintor postimpresionista español Joaquín Sorolla. Data de 1910,​ está ejecutada al óleo sobre lienzo y mide 118 centímetros de alto por 185 cm de ancho. Pertenece al Museo del Prado de Madrid, a donde llegó procedente del Museo de Arte Moderno, al cual lo donó el propio pintor en 1919.


Análisis del cuadro

El cuadro representa una playa de aguas cristalinas, con tres niños sobre ella. Los niños se hallan completamente desnudos (así nadaban en el pasado los niños) y tendidos boca abajo sobre el barro mientras el agua les lame la piel, teniendo distintas posiciones y atributos: uno de ellos, rubio y de piel clara, así como aparentemente de menor edad, se apoya sobre un codo mirando hacia otros dos niños, morenos y de piel más oscura, cuyos cuerpos yacen en otra dirección. Uno de ellos se halla mirando hacia el primero con una sonrisa en la cara, mientras que el otro está ajeno a la escena.

El niño rubio está menos hundido en la arena que los otros dos, así como perfilado con mayor detalle; las plantas y los dedos de los pies, así como los músculos de las piernas, los glúteos y la espalda, poseen mayor definición que los morenos. Estos se hallan semienterrados en la húmeda arena, siendo mucho más difusos sus cuerpos.